A continuación hemos enumerado todos nuestros consejos, incluyendo las advertencias. Muchas de este tipo de guías te prometen resultados sorprendentes, pero la verdad es que sin aire acondicionado, lo más frío que puede llegar a hacer tu casa es la misma temperatura que el aire exterior. Aun así, si consigues aprovechar el aire más frío de la noche y evitar que las horas más calurosas del día sobrecalienten tu casa, verás que estos consejos marcan una gran diferencia.
La versión corta
- Saber cuándo cerrar las ventanas y las persianas
- Saber cuándo abrir las ventanas y las persianas
- Abre las ventanas de los lados opuestos de una habitación o edificio
- Abre una escotilla del desván si tienes el aislamiento adecuado
- Utiliza ventiladores
- Utiliza un deshumidificador
- Utiliza el aire acondicionado
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Paso 1
Saber cuándo cerrar las ventanas y las persianas
Durante el día, tu objetivo es evitar que tu casa se caliente más, luchando contra el sol caliente. El calor puede entrar en tu casa de dos formas principales. En primer lugar, el aire caliente del exterior puede entrar, sustituyendo el aire más fresco que tienes dentro. En segundo lugar, el sol puede entrar por las ventanas y puertas, calentando el aire.
Durante el día, debes cerrar las ventanas y cerrar las cortinas y persianas de las ventanas y puertas que dan al sol. Esto ayudará a evitar que se calienten, pero la eficacia depende de muchas cosas: las ventanas de doble acristalamiento con revestimiento UV y un conjunto de persianas gruesas delante de ellas mantendrán fuera más calor que las ventanas de un solo acristalamiento con un conjunto de cortinas finas delante de ellas.
Las cortinas más gruesas, las persianas térmicas o las láminas solares que se adhieren a tus ventanas y reflejan la energía solar pueden ayudar a reducir la cantidad de calor que entra en tu habitación.
Siempre que sea posible, debes intentar mantener cerradas las ventanas y las puertas donde no dé el sol, ya que el aire caliente puede entrar por una ventana abierta
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Paso 2
Saber cuándo abrir las ventanas y las persianas
El mejor momento para abrir las ventanas es cuando la temperatura interior es más cálida que la exterior. Esto permite que salga el aire más caliente y entre el aire más frío. La clave aquí es “más frío”: esto no significa que el aire sea frío, sólo estás equilibrando el diferencial de temperatura.
Puedes comprobarlo con un termómetro en el interior y en el exterior. No te olvides de tu sistema de calefacción inteligente. Si tienes un sistema de varias habitaciones, como el Evohome de Honeywell, puedes utilizar la aplicación para comprobar la temperatura de cada habitación de tu casa.
También puedes utilizar los datos meteorológicos externos para conocer la temperatura exterior aproximada de tu zona.
Empieza por las ventanas en las que no incida el sol, ya que no querrás abrir las persianas y las ventanas en las que el sol sigue pegando, ya que sólo aumentarás la temperatura de tu casa. Cuando el sol ya no sea un problema, puedes abrir todas las ventanas cuando la temperatura exterior sea inferior a la interior. -
Paso 3
Abrir ventanas en lados opuestos de una habitación o edificio
Para refrescar el aire, una corriente de aire ayuda a la circulación. La forma más fácil de hacerlo es abrir las ventanas en lados opuestos de una habitación o un edificio, siguiendo los consejos anteriores. Esto crea una corriente de aire a través de tu casa y ayuda a que el aire circule más rápidamente.
Si no hay mucha brisa, puedes utilizar ventiladores para ayudar: utiliza un ventilador junto a una ventana sombreada que atraiga el aire más fresco del exterior; utiliza otro ventilador en el lado soleado para empujar el aire caliente fuera de tu casa.
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Paso 4
Abrir una trampilla del desván si tienes el aislamiento adecuado
El aire caliente asciende, por lo que abrir una trampilla en el desván puede dar acceso a un espacio por el que se escape el calor, refrescando el resto de tu casa. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cosas. En primer lugar, si tus vigas no están aisladas, corres el riesgo de que el aire caliente entre en tu casa, haciéndola más cálida. En segundo lugar, un desván sólo puede contener una cantidad de calor, por lo que este truco puede no ser bueno a largo plazo. Si tienes una ventana en el desván, ábrela para que el aire caliente pueda salir.
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Paso 5
Utiliza los ventiladores
Como ya se ha dicho, usar un ventilador puede ayudar a la circulación del aire, pero también puede ayudar a refrescarte. El aire que te sopla ayuda a que el sudor se evapore, lo que a su vez te refresca, haciéndote sentir más cómodo
La limitación en este caso es que, a medida que aumenta la humedad, como ocurre a menudo en el Reino Unido, el aire puede retener menos humedad, por lo que tu sudor deja de evaporarse al mismo ritmo y te sientes más acalorado.
Hay algunas cosas que puedes hacer para que un ventilador sea más frío y eficiente, aunque hay factores limitantes.
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Paso 6
Utiliza un deshumidificador
Cuanta menos humedad haya en el aire, menos calor será un problema, ya que el sudor puede evaporarse y refrescarnos. Por eso el calor seco es menos intenso que el húmedo. Si tienes un deshumidificador, enciéndelo y reduce el contenido de humedad del aire. Normalmente, alrededor del 50% de humedad relativa es un buen nivel, pero cuando hace mucho calor, baja al 40%. Los modelos, como el MeacoDry Arete One, tienen un higrostato, por lo que se apagarán automáticamente cuando alcancen la temperatura adecuada.
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Paso 7
Utilizar el aire acondicionado
La verdad es que, si quieres reducir la temperatura ambiente y enfriar bien una habitación, el aire acondicionado (AC) es la única forma de hacerlo. Como puedes ver en nuestra guía sobre ventiladores y aire acondicionado, el aire acondicionado elimina el calor y la humedad de tu casa, y bombea aire más frío que enfría la habitación. Para ahorrar costes de funcionamiento, configura el aire acondicionado a una temperatura objetivo, para que se apague automáticamente, aunque la compra de un sistema como el Tado Smart AC Control V3+ puede darte un control inteligente.
Preguntas frecuentes
No, los ventiladores no enfrían realmente el aire. Pueden mejorar la circulación del aire y ayudar a la evaporación del sudor, pero la temperatura ambiente de la habitación seguirá siendo la misma.